Es habitual que en los últimos meses al leer diferentes medios de comunicación, nos topemos con esta expresión: La voluntat d'un poble, osease, la voluntad de un pueblo.
Bien, la voluntat d'un poble es un concepto importado e implementado recientemente en el discurso político actual por los sectores afines al nacionalismo catalán, uno de tantos, pero me gustaría centrarme en este particularmente, ya que su uso y el empleo que se le está dando me parece muy distante de la realidad en la que vivimos.
Este término puede ser utilizado por varios ámbitos, ya sean políticos, personalidades del independentismo, políticos como el president Artur Mas, diputados de CiU, el hemisferio parlamentario nacionalista (ERC, CUP) o pseudonacionalista (ICV, PSC) diversos medios de comunicación catalanes, y como no catalanes de a pie que hablan de política como todo hijo de vecino. Dado que la responsabilidad que recae en un ciudadano de a pie dista muchísimo de la gran responsabilidad que conlleva un cargo político, me ceñiré al análisis del capo directamente, el president.
Esta expresión parece aparentemente sencilla e inofensiva, puesto que creo que nadie vería ningún problema en oír la voluntad común de un pueblo o territorio y que esta fuera llevada a cabo, ¿si Cataluña tiene un consenso pacifico y democrático sobre una cuestión, por qué no llevarlo a cabo?
Veamos, cuando el president emplea este palabro o expresión, por pueblo se refiere a Cataluña, hasta ahí creo que todos lo tenemos claro, inclusive él mismo. Cataluña tiene actualmente un censo de 7.539.618 habitantes, de los cuales un 33.7 % de la población apuesta por un Estado independiente y un 66.3 % apuestan por un modelo federal, autonómico, centralista o cualquier otro modelo dentro del marco y del Estado español, según indica La Vanguardia en esta noticia publicada el pasado 3 de mayo.
Es decir, según el estudio de opinión que nos ofrece La Vanguardia, medio conocidamente vinculado a CiU por las generosas subvenciones que les otorga el Sr. Mas, 2.540.851 catalanes quieren separarse de España para formar un nuevo Estado catalán y 4.998.766 catalanes quieren seguir siendo españoles, dentro de un modelo autonómico, federal o centralista pero españoles al fin y al cabo. Obviamente, de las cifras anteriores deberíamos restar a los menores de edad, claro está.
Personalmente no doy crédito. El president nos había dicho a los catalanes que el iniciaba esta empresa, este proceso soberanista, por un clamor popular, por la voluntad de un pueblo que según él se había manifestado rotundamente y que ya estaba harto del maltrato constante recibido por Madrit (sic). Ergo, ¿a qué estamos jugando? ¿Por qué se usurpa la pluralidad de voluntades del pueblo catalán y se presenta como una única siendo esta la minoritaria? ¿Para ocultar los numerosos casos de corrupción acaecidos últimamente en Cataluña? ¿Para desviar la atención sobre la pésima gestión del govern? Vaya usted a saber, podríamos profundizar mucho en las variables y esto sin duda daría material suficiente para una nueva entrada en el blog.
Concluyendo, cuando vean a alguien hinchándose la boca sobre la voluntad de los catalanes, la voluntad de un pueblo o la voluntad de Cataluña, fuere cual fuere la voluntad indicada, yo, en un pequeño ejercicio de pedagogía instaré al orador de turno o a quien proceda, que recapacite, o directamente, que deje de engañar al personal.
Buenos días.
Hola,
ResponderEliminarme gusta mucho el nombre de tu blog, y el tema de hoy lo clava: es más complejo de lo que parece.
Para empezar la CUP no es nacionalista, es independentista, que no tiene nada que ver. Y Popular, de pueblo, de los de abajo, casí en oposición al resto del arco parlamentario catalán.
Luego está el tema de la voluntad única. Nunca existe una voluntad única sobre un tema, sobre este tampoco. Prefiero no entrar en el fondo de la cuestión (que cantidad de catalanes con derecho a voto quiere ser independiente) para fijarme en su uso: CiU no es independentista, es burguesa-elitista; su fervor actual es mera pose para negociar mejor y sacar más tajada (han gobernado España con Felipe y con Aznar, saben mucho de eso).
Más allá de eso lo que se vende como mayoritario en los medios de comunicación suele hacerse para algo, y se deja a mucha gente tirada. Y además a veces es de esperar que los gobiernos hagan cosas en la dirección de mejorar las condiciones de vida de algunas minorías mayoritarias que estén "maltratadas". No es este el caso, pero se me ocurre que la iniciativa Zapatero del matrimonio igualitario sirve bien como referente.
Sobre el echo de la independencia, o del federalismo que tanto monta: Escocia está en un proceso parecido aunque puede que más avanzado. Chequia y Eslovaquia se dividieron en dos sin mayor problema. No creo que si en los próximos 20 años todo el proceso de independencia se mueve y somos suficientemente maduros, tanto catalanes como resto de españoles, suceda nada del otro mundo. En las cortes de Cadiz la mitád de los diputados eran de provincias españolas que hoy son paises, y dentro de 200 años (si la humanidad existe) las fronteras no tendrán nada que ver con las actuales.
En primer lugar gracias por comentar, me alegro de que te guste el nombre del blog.
EliminarNo son nacionalistas, pero sí independentistas, de acuerdo, hay tienes razón.
Sé que la P es de popular, de los de abajo, pero por lo visto no todos los de abajo, ya que es un partido político comprometido con todas las causas sociales imaginables, esto es cierto, pero cuando se trata de defender al pueblo llano, al pueblo raso castellanoparlante, ante las numerosas discriminaciones que sufren constantemente por no comulgar con el régimen nacionalista o independentista, silban y miran para otro lado.
Sobre CiU, está claro que es muy probable que esté jugando al despiste y poco más, lo que denuncio en la entrada del blog es que tanto políticos como Artur Mas o cualquier ciudadano de a pie hable en mi nombre y en el de un gran porcentaje de catalanes.
Sobre Escocia, sí, el proceso está más avanzado pero tengo la impresión de que las relaciones entre Escocia y Gran Bretaña son bastante más fluidas y menos intoxicadas que las de Cataluña con España y viceversa.
Me hablas de Chequia y Eslovaquia como separación amistosa, puede tener cabida el ejemplo. No obstante, yo cuando sopeso la independencia de Cataluña lo hago desde mi perspectiva como catalán, y le veo muchas lagunas al plan dentro de Cataluña, en España ni me lo planteo. Problemáticas del tipo fractura social y discriminación lingüística o cultural, estarán servidas en bandeja de plata en una Cataluña independiente.
Un cordial saludo,
Locodelacolina.